jueves, 17 de mayo de 2012

ORACIÓN PARA COMENZAR EL DIA



ORACIÓN PARA COMENZAR EL DIA
Amado Miguel Arcángel,
mi buen protector, al amanecer
 preséntame ante mis ojos todas
 las ocasiones para obrar el bien,
que el nuevo día me depara y no
permitas que las menosprecie.
Despierta mi actividad espiritual
 y dirígela hacia aquellos a quienes
pueda colaborar.
Que mi voluntad secundada por
 tu gracia, produzca todos los
días obras dignas de la eterna
 felicidad .
Así sea y será

domingo, 13 de mayo de 2012

Milagro Increíble: Marine Estadounidense salvado por San Miguel



Esta es la verdadera historia de un marine herido en Corea en 1950. En una carta escrita a su madre le contó el fascinante encuentro que experimentó durante la guerra. El padre Walter Muldy, un capellán militar que habló con el joven marine y su madre, además de con el oficial de la unidad, siempre defendió la veracidad de la historia. Lo oímos de alguien que leyó la carta original y nos contó la historia aqui, con todos sus detalles y en primera persona, para conservar el impacto que debió tener cuando el marine se lo contó a su madre.


Querida mamá,

Te escribo desde la cama del hospital. No te preocupes, mamá, estoy bien. Fui herido, pero el médico dice que estaré en pie en casi nada.

Pero esto no es lo que tengo que contarte, mamá. Algo me ha ocurrido que no me atrevo a contar a nadie más por miedo a que no me crean. Pero tengo que contártelo, eres la única persona en quien confío, aunque quizá hasta tu lo encuentres difícil de creer.

¿Recuerdas la oración de San Miguel que me enseñaste cuando era pequeño? "Miguel, Miguel, de la mañana..."* Antes de irme de casa a Corea me instanste a recordar esa oración antes de cualquier encuentro con el enemigo. Pero en realidad no necesitaba que me la recordases, mamá. Siempre la he rezado, y cuando fui a Corea a veces la digo un par de veces al día, mientras vamos de marcha o descansamos.
En fin, un día nos ordenaron rastrear el frente en busca de comunistas. Era un día muy frío. Mientras caminaba noté a otro compañero que caminaba a mi lado, y le miré para ver quién era.

Era un tío grande, un marine de 1'80 cm y con un cuerpo proporcionado. Era extraño, ya que no le conocía, y pensaba que conocía  a todos en mi unidad. Estaba contento de tener compañía, entonces él rompió el silencio que había entre nosotros.

"Hace fresco hoy, eh?"Yo me reí, porque de repente me pareció absurdo hablar del tiempo cuando avanzábamos para enfrentarnos al enemigo.

Él también rió suavemente.

"Pensé que conocía a todo el mundo en mi unidad", continué, "pero no te he visto nunca".

No”, confirmó, “Me acabo de unir a tu unidad. Me llamo Miguel".

"¿En serio? Yo también".

"Lo sé", respondió el marine, "Miguel, Miguel de la mañana..."

Mamá, estaba muy sorprendido de que supiese de mi oración, pero se la enseñe a muchos de los otros tíos, así que supuse que el recién llegado debió oírsela a alguien más. De hecho me han llegado rumores de que algunos compañeros me estaban llamando "San Miguel".

Entonces, de repente, Miguel dijo, "Va a haber problemas allí enfrente".

Me preguntaba cómo podía saber eso. Estaba jadeando por la marcha que llevábamos, y mi aliento hendía el frío aire como densos jirones de niebla. Miguel parecía estar en plena forma, porque no puede ver ningún rastro visible de su aliento. Justo entonces empezó a nevar densamente, y aumentó tan rápidamente que enseguida no pude ni ver ni oír al resto de mi unidad. Me puse un poco nervioso y le llamé, "¡Miguel!". Cuando lo hice pude sentir su fuerte mano en mi hombro y oír su voz en mi oído "Pronto va a clarear".

Y de repente, clareó. Y entonces, justo enfrente nuestro y a poca distancia, como en muchas pesadillas espantosas, estaban siete comunistas, bastante cómicos con sus extraños sombreros. Pero realmente no tenían nada gracioso en ese momento; sus armas estaban listas y apuntando directamente hacia nosotros.

"¡¡A tierra, Miguel!!" Grité mientras me tiraba en busca de protección. Incluso cuando aun no había caído del todo alcé la vista y vi a Miguel todavía en pie, como si estuviese paralizado de miedo, o eso pensaba en ese momento. Las balas volaban en todas direcciones, y mamá, no había forma de que esos comunistas pudiesen haber errado el tiro a tan corta distancia. Me incorporé de un salto y tiré de él, y entonces me dieron. El dolor era como una llama ardiente en mi pecho, y según caía mi cabeza se desvaneció, recuerdo haber pensado "Debo de estar muriéndome...". Alguien me depositaba en el suelo, fuertes brazos me sujetaban y me dejaban suavemente sobre la nieve. Medio aturdido abrí mis ojos, y me pareció como si el sol me atravesase los ojos con su luz. Miguel todavía permanecía de pie, y su cara brillaba con un terrible resplandor. De repente parecía como si su resplandor creciese, como el sol, incrementándose intensamente alrededor de él, como las alas de un ángel. Justo antes de desvanecerme por completo vi que Miguel sujetaba una espada en sus manos, y destellaba como un millón de rayos.

Más tarde, cuando me desperté, el resto de mis compañeros y el sargento vinieron hacia mi.

"¿Cómo lo hiciste, hijo?", me preguntó.

"¿Dónde está Miguel?" le dije como contestación.

"¿Miguel, quién?". El sargento parecía perplejo.

"Miguel, el marine enorme que iba conmigo, justo hace un momento. Le vi aquí según caía“.

"Hijo", dijo gravemente el sargento, "tú eres el único Miguel en mi unidad. Traje a todos tus compañeros, y sólo hay un Miguel. Tú. E hijo, no estabas caminando con nadie. Te observaba porque te estabas alejando demasiado de nosotros y estaba preocupado".

"Ahora dime, hijo", repitió, "¿Cómo lo has hecho?".

Era la segunda vez que me lo preguntaba, y me empezaba a molestar.

"¿Cómo he hecho qué?".
"¿Cómo has matado a estos siete comunistas de aquí? Tu rifle tiene aún todas las balas".

"¿Qué?"
"Vamos, hijo. Están todos dispersos alrededor tuyo, cada uno con un tajo mortal de espada".

Y este, mamá, es el final de mi historia. Pudo haber sido el dolor, el sol enceguecedor o el penetrante frío. No lo sé, mamá, pero hay una cosa de la que si estoy seguro. Sucedió.

Te quiere, tu hijo
Miguel.

Traducido directamente de aquí.
La oración, en inglés en el original, es la que sigue: "Michael, Michael, of the morning, / Fresh chord of Heaven adorning, / Keep me safe today / And in time of temptation, / Drive the devil away", (Miguel, Miguel de la mañana, / Frescos coros celestiales adornan, / Mantenme a salvo hoy / Y en la tentación / Aleja al demonio).

jueves, 10 de mayo de 2012

Consagración a San Miguel



Oh nobilísimo Príncipe de los Ángeles, valeroso guerrero del Altísimo, celoso defensor de la gloria del Señor, terror de los espíritus rebeldes, amor y delicia de todos los Ángeles justos, mi queridísimo Arcángel San Miguel: deseando formar parte del número de tus devotos y siervos, hoy a tí me consagro, me ofrezco y me entrego. Coloco mi persona, mi trabajo, mi familia y todo lo que me pertenece bajo tu poderosísima protección.Es pequeño el ofrecimiento de mi servicio, siendo yo un miserable pecador, pero tú aumentarás el afecto de mi corazón. Acuérdate que de hoy en adelante estoy bajo tu amparo y debes asistirme durante toda mi vida.Alcánzame el perdón para mis numerosos y graves pecados, la gracia de amar a Dios de todo corazón, a mi querido Salvador Jesucristo, a mi Madre Santísima y a todos los hombres, mis hermanos, amados por el Padre y redimidos por el Hijo.Obténme los auxilios que me hacen falta para alcanzar la corona de la eterna gloria. Defiéndeme de los enemigos del alma, especialmente en la hora de la muerte. Oh Príncipe gloriosísimo, ven a asistirme en la última lucha, arroja lejos de mí y precipita en los abismos del infierno al ángel soberbio y prevaricador que un día postraste en combate en el Cielo.En esa hora, San Miguel Arcángel, condúceme ante el trono de Dios para cantar contigo y con todos los Ángeles la alabanza, honor y gloria de Aquel que reina por todos los siglos. Amén. San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate para que no perezcamos en el supremo juicio.

lunes, 7 de mayo de 2012

Acto de consagración a San Miguel Arcángel



San Miguel Arcángel, príncipe invencible de las huestes angelicales y glorioso protector de la Iglesia universal, te saludo y te alabo por que el esplendor con que Dios ha adornado tan ricamente. Me presento ante usted en compañía de mi ángel guardián, el Beato Padre Markiewicz y todos los bienaventurados y los santos. Los tomo como testigos de mi dedicación y devoción a usted.

San Miguel Arcángel, yo te consagro mi cuerpo y alma. Te elijo como mi patrón y protector. Sé mi fuerza y el guardián de mi vida. Que me ayude por su poderosa intercesión para que pueda imitar su valor y lealtad a Dios, confiando en su amable ayuda y protección, que puede ser la victoria sobre los enemigos de mi alma y estar unidos con Dios en el cielo para siempre jamás. Amén.

Fuente: The Michaelite Fathers

miércoles, 2 de mayo de 2012

ROSARIO DE SAN MIGUEL

Se empieza con un Credo (1) y un Padrenuestro (1) ; luego se dice: "Mi alma alaba y glorifica a Dios" (3). (3 veces).

Luego se dice: "San Miguel, San Gabriel, San Rafael, rogad a Dios por mí y por mí familia". (3 veces).

Luego se reza un Padrenuestro y se dice: "Quién como Dios". Y los demás contestan:"Nadie como Dios". (10 veces).

Al terminar de decir las 10 veces se vuelve a comenzar como al principio.


Al terminar el Rosario se dice:

 Gloria a Dios en cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, Sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén

Al terminar esta oración se dice (7 veces): "Dad Gloria al Dios de los cielos". Y los demás contestan: "Porque es eterna su misericordia".

Nota: Este Rosario de San Miguel es parte de las oraciones de la Armadura Espiritual, grupo de oraciones que deben rezarse todos los días, sin embargo este Rosario puede rezarse en forma individual.
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