“En el momento de la prueba, debajo de ti encuentro mi refugio,
glorioso San Miguel e invoco tu ayuda… (Intención). Con tu poderosa
intercesión presenta a Dios mi súplica y obtenme la Gracia necesaria
para la salvación de mi alma. Defiéndeme de todo mal y guíame por el
camino del amor y de la paz. San Miguel: ilumíname. San Miguel:
protégeme. San Miguel: defiéndeme. Amén. Gloria al Padre… (tres veces)”
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